Chinchón
Chinchón rezuma historia por los cuatro costados y es un destino de primer orden para cualquier amante del vino y la comida.
Este pueblo de la comunidad de Madrid, enclavado originalmente sobre la falda de la colina que alberga el castillo (de ahí el nombre del pueblo derivado de la palabra cincha, cinchón), se ha ganado un lugar privilegiado en los circuitos turísticos, enológicos, gastronómicos y culturales de Madrid.

La comida de Chinchón, típica gastronomía castellana, está aderezada con una rica variedad de productos de Madrid. El aceite de oliva, los ajos, productos de la vega y por supuesto el vino.
El llamado “derecho de balcón” regía en la población»
Hoy en día a pesar de estar cerca de Madrid el pueblo ha perdido mucha población. Se han transformado las actividades productivas pero el vino sigue jugando un papel central en el devenir de la población.
Muchos de sus habitantes trabajan en Madrid y otros tantos viven gracias al turismo de fin de semana que visita la población, sobre todo familias venidas de Madrid, pero otros tantos lugareños siguen viviendo alrededor de la industria del vino, cultivando sus viejas cepas de Tempranillo y Malvar en las tierras del término municipal.
Aun a pesar de su decrecimiento demográfico Chinchón sigue siendo una población galana y muestra orgullosa sus maravillas. Su preciosa plaza medieval, única en Madrid, es de exquisita belleza, tiene un trazado irregular pero con un perfecto círculo central de arena que sigue haciendo las veces de ruedo.
El patio donde se enclava el castillo tiene unas inigualables vistas al valle del Tajuña
Se pueden contemplar los balcones albergando las antiguas gradas de cuando aún el llamado “derecho de balcón” regía en la población. La plaza, centro neurálgico de la villa, evoca el origen de nuestra civilización, tan ligado al ágora, el mercado, el vino y la comida.
La plaza ofrece la posibilidad de vivir una experiencia gastronómica de primera calidad en el restaurante Iberia, comida al horno de leña maridada con el vino local en uno de los edificios históricos más bellos de la localidad. Al mismo tiempo podemos disfrutar de una experiencia enológica en la Casa de Maridaje La Repesca. Podrás encontrar una gran variedad de vinos de Madrid y alrededores.
«El nombre Chinchón deriva de cincha, cinchón»
Otra visita obligada es el restaurante Las Cuevas del Vino, antigua casa de labriegos del siglo XVIII que alberga uno de los restaurantes más míticos y celebrados de toda la comunidad de Madrid.
Se puede optar por comer en sus amplias salas, antigua bodega con sus tinajas de barro donde fermentaba el vino, o bien por visitar la inmensa cava subterránea y degustar un vino de la localidad maridado con productos locales a diez metros bajo tierra.

Para terminar el recorrido por la localidad recomendamos visitar la Bodega-museo del Nero, el museo etnográfico, la iglesia y el patio donde se enclava el castillo, con unas inigualables vistas al valle del Tajuña y a la ciudad de Madrid.