Calle de San Millán, 4
Una de las tabernas más viejas y bonitas de Madrid. Además de un Rioja de guerra por copas, el dueño suele tener varios vinos americanos, argentinos o australianos. La tapa es de cocina y las raciones de muy buena calidad (destacaría los buñuelos de bacalao y la cecina). De precio, equilibrado.
Hasta aquí las buenas noticias. Porque todo lo anterior depende del humor que esté el dueño (menos que la taberna sea vieja y bonita). La barra es muy estrecha y según cuántos seáis os puede decir que tenéis que ocupar mesa. Os puede decir también que el vino extranjero es sólo por botellas. Podéis ir a las 22:15 y estar ya cerrado porque no tenía gente. Y el vino extranjero no es una exquisita importación, sino el equivalente a vinos de consumo masivo nuestro. Pero está bien ver que consiguen ellos en la misma gama de precio de un vino de 6€ botella.
Con todo merece la pena (a lo mejor ni siquiera la hay).
ZONA LA LATINA