BARES DE VINO POR COPAS RECOMENDADOS
Con bares de vinos entendemos todos aquellos que tienen una oferta por copas, amplia, variada y original que vaya más allá de las habítuales DOs. Rioja, Ribera del Duero y Rueda
En esta sección recomendamos bares de vinos por copas en los que Riojas, Riberas y Ruedas son el chocolate del loro y, sus inquietos dueños apuestan por el intrincado kamasutra de las regiones del vino de España (y más allá). Para esculpir paladares por cuenta propia y empezando con el barrio retiro, latina y más
ZONA RETIRO
La Hidalguía (C/ Menorca 15) Pequeña taberna con más de 15 referencias escogidas por esta pareja manchega con un gusto por los vinos sobre los que se puede caminar. Intensidad y concentración suelen ser la tónica. VOLUMEN sin asperezas. Tiran al sur pero entra cualquier cosa: alemán, tarraconense, bierzo. Buenos jerezes. Nunca olvidan la tapa que es de primera línea. La comida es tipo delicatessen. Lo vale.
ZONA LA LATINA
Escaldón
Calle Cava Baja, 29
Uno de los muy pocos ejemplos de bar de especialidades de Canarias en Madrid. Sin embargo la pizarra de vinos por copas contiene apenas un par de las islas, cuando los tiene. Generalmente blancos (puede que uno semidulce). Pero claro, tampoco es que haya muchas más opciones en la capital para probarlos y merece la pena.
Y eso a pesar del precio que, no os sorprenda, puede pasar de los 3€ la copa. El resto de los vinos de la pizarra repasa denominaciones más conocidas. Por botellas la oferta es mucho más amplia en canarios.
No olvidan la tapa que, aunque tenéis buenas posibilidades de que sean aceitunas gordales, a veces es reconfortante reencontrarse con ellas cuando las aliñan como en este sitio.
Las raciones, recomendables y originales, a menos que seáis asiduos de las islas. Eso sí, o id pronto o preparaos para luchar duramente por un espacio en la barra y mesas altas.
Tiene restaurante arriba.
Matritum
Calle de la Cava Alta, 17
Lugar íntimo y acogedor, con una pizarra de vinos amplia y sofisticada y unas raciones muy de órbita gourmet. Entre los vinos suelen aparecer referencias francesas, incluso borgoñas por copas. Según, la carta rota bastante.
Con lo dicho, el precio no es ninguna sorpresa. Puede llegar a 4€ la copa (pero grandes). Pero brinda la oportunidad de probar vinos muy originales y bien escogidos. Si anda por ahí el dueño y está desocupado, agarradle y decidle que os recomiende o preguntadle por lo que estáis tomando. Sabe mucho y le gusta comentarlos.
Taberna La Extremeña
Plaza de la Cebada, 9
Si tenéis curiosidad por los vinos extremeños aquí tienen un amplio surtido y os encontraréis sorpresas muy agradables, a menos que pidáis Llanos de Extremadura.
Taberna amplia alegre y sin pretensiones. Puede que el vino os toque en vaso de chato, pero acompaña al entorno y así lo catáis más a «lo Pizarro» que a «lo Peñín». No se olvidan de la tapa, que tiene al cerdo como estandarte y está modesto en el precio.
Taberna, taberna.
Oliveros
Calle de San Millán, 4
Una de las tabernas más viejas y bonitas de Madrid. Además de un Rioja de guerra por copas, el dueño suele tener varios vinos americanos, argentinos o australianos. La tapa es de cocina y las raciones de muy buena calidad (destacaría los buñuelos de bacalao y la cecina). De precio, equilibrado.
Hasta aquí las buenas noticias. Porque todo lo anterior depende del humor que esté el dueño (menos que la taberna sea vieja y bonita). La barra es muy estrecha y según cuántos seáis os puede decir que tenéis que ocupar mesa. Os puede decir también que el vino extranjero es sólo por botellas. Podéis ir a las 22:15 y estar ya cerrado porque no tenía gente. Y el vino extranjero no es una exquisita importación, sino el equivalente a vinos de consumo masivo nuestro. Pero está bien ver que consiguen ellos en la misma gama de precio de un vino de 6€ botella.
Con todo merece la pena (a lo mejor ni siquiera la hay).
Casa Lucas
Calle Cava Baja, 30
Mucho vino, muy variado en regiones y atributos. Con la calidad como criterio y en continua rotación. Uno de los mejores para encontrar curiosidades. La comida también es excelente.
Pegas: el precio de la copa anda al precio normal del mercado pero el tamaño es más bien tipo catavinos. La tapa, como el vino de buena calidad no esperes entretenerte mucho con ella. Y lleno, lleno, lleno siempre de gente.
Ahora bien, que se incomoden los demás. Vosotros sin miedo y entrad.
Bodegas Ricla
Calle de los Cuchilleros, 6
Probablemente esta pequeña bodeguita familiar sea la única que vivió ignorando el trasunto de turistas de la calle durante los años del boom de la zona. Mientras en los mesones de la calle sonaba flamenco, corría la sangría y la tortilla de patatas aquí sonaba Abba (o cualquier cosa que pusieran ese día) en la radio, el vino era a granel en vaso directamente de la tinaja y de tapa: callos. Y era así, escondida a simple vista, la más auténtica en tres manzanas a la redonda.
Ahora no es que se haya vendido, al contrario, simplemente se ha dignificado y el vino a granel de 80 pesetas ha dado paso a una amplia oferta de vinos por copas muy variada y en movimiento. Tapa ponen, aunque merece la pena pedir el platito de callos que la madre de la familia sigue bordando.
Claro que lo singular del sitio, al final no ha pasado desapercibida, y la afluencia de gente se ha multiplicado afectando tanto a la comodidad del lugar como a la buena disposición de los propietarios, que a veces flaquea.
Además de nuestras recomendaciones de Madrid, esperamos las tuyas. Mándanos un email con ellas a info@gourmetmadrid.com
